Noticias del Dien Chan
El sistema nervioso entérico, ubicado en nuestro abdomen, está compuesto por cerca de 100 millones de neuronas, compartiendo un origen común con las neuronas de nuestro cerebro. Este vínculo estrecho explica por qué nuestras emociones influyen en la digestión… ¡y viceversa!
El estrés, la ansiedad, la alegría o el agotamiento dejan su huella en nuestro tránsito intestinal. Con la llegada de la primavera, no es raro sentir cierto cansancio, hinchazón tras comer frutas o incluso una pequeña depresión estacional.
Como decía el famoso cómico francés Coluche: «Este tío ¡No está bien de los intestinos de la cabeza!»; una expresión que, en realidad, ilustra perfectamente la interconexión entre nuestros intestinos y nuestro estado mental.
Más allá de la digestión, nuestro vientre desempeña un papel clave en nuestra salud general, ya que alberga cerca del 75% de las células inmunitarias del cuerpo. Es un auténtico centro de regulación que influye tanto en nuestra resistencia a las infecciones como en nuestro equilibrio emocional.
El intestino grueso no solo es el núcleo de nuestro sistema inmunitario, sino que también está en estrecha relación con el cerebro, y una irritación crónica puede favorecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, debido a la liberación de moléculas inflamatorias que debilitan el cerebro. Además de la serotonina, el intestino influye en la producción de dopamina, un neurotransmisor crucial para la motivación y el placer.
Una mala salud intestinal puede afectar nuestra energía mental y nuestra capacidad de tomar decisiones.
Esta comunicación constante entre el cerebro y los intestinos se llama eje cerebro-intestino (o eje intestino-cerebro). Este diálogo permanente impacta tanto nuestra salud digestiva como nuestro bienestar mental. Es esencial mantener este equilibrio, especialmente cuidando nuestra flora intestinal y favoreciendo un buen tránsito.
En lugar de recurrir sistemáticamente a polvos o pastillas, ¿por qué no aprender a regular nuestra digestión de manera natural? La estimulación intestinal mediante reflexología, una alimentación adecuada, los automasajes…
Para obtener resultados óptimos y duraderos, aplicaremos el plan de cuidado del Dien Chan con rigor y atención.
El Dien Chan no se limita a la simple estimulación de puntos·bqc; es un enfoque holístico que tiene en cuenta el estado general de la persona. Antes de utilizar los esquemas de reflexión, debemos trabajar el cuerpo para facilitar el equilibrio global.
Este paso es crucial para maximizar la eficacia del tratamiento y favorecer una respuesta armoniosa. Una vez preparado el terreno, la fórmula de puntos·bqc reforzará y consolidará los beneficios de las etapas anteriores.
Gracias a este enfoque holístico y progresivo, cada sesión se convierte en una experiencia personalizada, perfectamente adaptada a las necesidades de la persona. ¡Un método que garantiza resultados profundos, duraderos y un bienestar global!
El cerebro ejerce una influencia directa sobre el funcionamiento de los intestinos a través del sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino.
El estrés crónico puede alterar el equilibrio digestivo y provocar trastornos como el síndrome del intestino irritable, hinchazón, dolores abdominales o un desequilibrio en la flora intestinal.
Para calmar el eje intestino-cerebro, es esencial comenzar relajando el sistema nervioso. Un gesto simple y eficaz consiste en peinar suavemente el cuero cabelludo con el Rastrillo yin nº416.
Realiza movimientos regulares, desde la frente hasta la nuca, sin aplicar demasiada presión.
Repite estos movimientos unas cincuenta veces, y luego haz lo mismo en los lados del cráneo.
Si la persona expresa sensación de estrés, completa esta primera etapa golpeando suavemente los puntos·bqc 124· y 34· con el Pequeño Martillo nº128. Treinta percusiones son suficientes para favorecer la relajación y preparar el organismo para las siguientes etapas del cuidado.
Si tienes la posibilidad, lo ideal sería revitalizar la microcirculación del vientre rodando sobre él con la Doble Bola yang nº410.
Unas treinta idas y vueltas en cada lado del abdomen permiten calentar la zona, favoreciendo así una mejor circulación sanguínea y energética.
Asegúrate de que la sensación sea agradable para la persona y aprovecha para dialogar.
Este momento de intercambio es valioso para obtener más información sobre los trastornos que pueden preocuparle.
Al crear un ambiente de confianza, comprenderás mejor sus necesidades y adaptarás el tratamiento en consecuencia, reforzando así la eficacia del cuidado.
Comencemos avisando a nuestro cerebro de que debe concentrarse en el vientre. Para ello, realiza un masaje alrededor de la boca. Lo más apropiado sería efectuar el Reflexodrenaje, y luego volver a masajear el contorno de la boca una vez más. Después, centrémonos en las zonas reflejas principales:
El estómago: estimula la zona situada a la izquierda del ala de la nariz usando el minibrocha de la Beauty-brush nº252. Amasa delicadamente la piel con movimientos en forma de coma durante un minuto. Esta técnica reactiva la actividad gástrica y mejora la digestión sin agredir la piel.
El hígado: pasa ahora al lado derecho, siempre con el minibrocha, para activar el sistema hepático. Este suave amasado favorece la irrigación sanguínea del hígado, un órgano esencial para filtrar y desintoxicar la sangre. Gracias al Reflexodrenaje previo, los fluidos circulan mejor y las siguientes estimulaciones son más eficaces.
Es importante señalar que las bacterias intestinales producen neurotransmisores como la serotonina, de la cual aproximadamente el 90% se fabrica en el intestino.
La serotonina juega un papel clave en la regulación del estado de ánimo, el sueño y la ansiedad. Un desequilibrio en el microbioma intestinal (disbiosis) se asocia a menudo con trastornos como la depresión o la ansiedad.
Finalmente, exploremos la representación de la cabeza en los esquemas de reflexión. Al observar el esquema de M. Yang (el hombre rojo del esquema de reflexión de las extremidades en el rostro), podemos afinar el trabajo, enfocándonos en zonas específicas para reequilibrar el eje cerebro-intestino.
Extremidades sobre el rostro
Cerebro~Intestino
Aprovecha el masaje del Reflexodrenaje, localiza los puntos dolorosos a lo largo del recorrido del intestino alrededor de la boca. Esto precisa las partes del intestino que podrían estar menos activas o que sufren bloqueos.
Es interesante, por tanto, vigilar los barridos que realizamos durante las etapas anteriores para detectar las zonas más sensibles. Luego podremos volver sobre ellas durante esta etapa de consolidación.
Si, por ejemplo, el punto·bqc 38· o los puntos·bqc 342· 104· o 511· son particularmente sensibles, estimúlalos treinta segundos de cada lado con el Detector nº101. Este punto, situado en la intersección de la horizontal que divide el labio superior con la línea del rictus, indica los codos del intestino grueso.
El nervio vago, principal canal de comunicación entre el cerebro y los intestinos, transmite rápidamente información sobre el estado del tubo digestivo. El punto·bqc 113·, relacionado con este nervio, debe incluirse en nuestra constelación.
Retomamos también la estimulación del hígado y la vesícula biliar con los puntos·bqc 50· y 41· para revigorizar el flujo sanguíneo. Para consolidar este enfoque, completamos con los puntos·bqc 60· y 57·, relacionados con el corazón.
El meridiano del Hígado, cuando está desequilibrado, puede causar estrés, ansiedad y trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable.
El meridiano del estómago, que conecta directamente el sistema digestivo con la cabeza, influye en la digestión y la absorción de nutrientes, esenciales para el buen funcionamiento del cerebro. Añadimos, por tanto, los puntos·bqc 255· y 39· a nuestra constelación.
También deberíamos probar el punto·bqc 37· (el bazo), que juega un papel importante en la gestión de los pensamientos y la rumiación mental. Un desequilibrio en la energía del bazo puede causar estancamiento digestivo y mental.
Sería también prudente probar los puntos·bqc que regulan la energía del intestino delgado, ya que su desequilibrio puede generar confusión, indecisión y trastornos digestivos: 127· 348· 222·.
Para ir más allá, probemos el meridiano del Vaso Gobernador (Du Mai), que influye directamente en el cerebro y el sistema nervioso central: 1· 189· 188·.
Una vez construida tu constelación, prueba los puntos·bqc más relevantes a través del diálogo con tu consultante. Con la aplicación Faceasit, puedes acceder rápidamente a las fichas de cada punto·bqc para verificar sus relaciones.
Usa el Detector nº101 (o el gran detector de la Cometa nº133 para pieles frágiles) para probar los puntos de tu constelación y retener solo los más sensibles. Luego, estimula cada punto seleccionado con el Detector o el Martillito nº128.
Mujeres embarazadas: evita los puntos·bqc bajo la nariz y reemplaza el masaje de la boca por el del frente.
Exceso de calor: si el punto·bqc 127· no es doloroso, prueba el punto·bqc 143· bajo la nariz. Si este último es muy sensible, usa el cilindro de cobre de la Beauty-brush nº252 a lo largo del rictus para refrescar el intestino.
Para maximizar los beneficios de las sesiones de Dien Chan, es esencial que tu paciente pueda continuar el tratamiento en casa.
Si has constatado una mejora durante la etapa corporal o refleja facial, aconseja la herramienta multireflex más apropiada. Por ejemplo, la Doble bola yang nº410 para la microcirculación, o la Beauty-brush nº252 para estimulaciones más específicas.
Muestra a tu paciente cómo usar la herramienta de manera práctica y relajada. Explica los movimientos a realizar, como los vaivenes o los amasamientos, insistiendo en la suavidad y la precisión.
Pide a tu paciente que repita el masaje cada día durante al menos una semana. La regularidad es esencial para obtener resultados duraderos.
Durante este período, es crucial evitar el estrés, los antiinflamatorios y los antibióticos, ya que pueden degradar la flora intestinal y reducir la eficacia de los cuidados.
Anima a tu paciente a anotar sus sensaciones y progresos. Así podrás ajustar los consejos y ejercicios en las siguientes sesiones, según su evolución.
Siguiendo estos consejos, tu paciente no solo prolongará los beneficios de las sesiones, sino que también reforzará su autonomía en la gestión de su bienestar.
Lo que comemos impacta directamente en nuestro cerebro. Una alimentación rica en fibra, omega-3 y polifenoles, presentes en frutas y verduras, favorece un microbiota equilibrado y perfecciona las funciones cognitivas y emocionales. Por el contrario, una alimentación ultraprocesada y rica en azúcares refinados puede alterar el eje cerebro-intestino, favoreciendo así la ansiedad o la depresión.
Cuidar tus intestinos es cuidar tu bienestar general. Al integrar estas prácticas simples y naturales en tu día a día, puedes mejorar tu digestión, fortalecer tu inmunidad y recuperar una vitalidad deslumbrante.
En resumen, los intestinos y el cerebro funcionan como un verdadero dúo. Cuidar tu sistema digestivo es también cuidar tu salud mental, y viceversa.
Aprovecha nuestros talleres y formaciones, en línea o presenciales, y únete al alegre equipo de la EiMDC.
Fórmate en Dien Chan con auténticos expertos y transforma tu vida y la de tus seres queridos.